03 Capítulo: Hijo y padre

-Cariño alguien esta llamando a la puerta- Dijo algo aterrada Noe a Alex, esta no paro de zarandear a su novio en la cama asta que no se despertase, en ese momento Alex sabía que hoy iba a ser un día demasiado duro.

- Déjame estoy durmiendo- Dijo por enésima vez Alex - Ves y mira que quiere.

- Es que me da miedo- Dijo Noe, mientras se tapaba la boca con sus sábanas.

- Eres una miedica, ya voy yo- Dijo Alex mientras se levantaba en calzoncillos. Cuando llego a la puerta, y sin mirar por ella abrió decididamente, solo estaba pensando en que maldita hora podría descansar tranquilo.

- Toma- Dijo Miguel mientras le tiraba alguna ropa a la cara de su hijo- Vístete deprisa que no tengo tiempo.

- ¿Pero que haces aquí?- Dijo algo extrañado Alex.

- hoy te vienes a trabajar conmigo. Quieres que estemos tiempo juntos, no sabes valorar el esfuerzo de llevar dinero a casa y como quiero que dejes de comportarte como un vándalo, vas a ponerte a trabajar en mi empresa. Y desde abajo, que conste- Dijo Miguel muy serio.

- ¿Como sabías que estaba aquí?- Dijo algo desconcertado Alex.

- Hace dos años contrate a una persona para que te siguiera a todos los lados sin que te dieras cuenta. Y ahora que he respondido....-

- Espera, espera- Contesto Alex interrumpiéndole - ¿Contrataste a un detective? Que clase de padre eres tú- Dijo sintiéndose ofendido.

- Un padre al que le interesa que hace su hijo cuando no esta en casa. Y ahora vístete deprisa, quiero llegar pronto y presentarte a toda la cuadrilla. Tus días de vago han terminado hoy. Y espero que no me tengan que volver a llamar la atención por tu comportamiento.

- ¿Quien era cariño?- Dijo Noe, mientras asomaba su dulce cara por la puerta - Ups- Dijo algo avergonzada al darse cuenta que estaba en ropa interior delante de su suegro.

- Bueno yo me voy...- Dijo dudando Miguel - Así podéis despediros, pero sal pronto ¿Entendido?.

- Que si pesado, venga vete ya- Dijo Alex echando a su padre.

- ¿Que quería?- Preguntó Noe una vez que el padre de Alex ya esta fuera de su casa.

- Mejor dicho que quiere. Dice que le vaya ha acompañar al trabajo. Este tío cada vez mas viejo- Dijo Alex mientras cogía una bolsa con sus cosas necesarias. Después se acerco a Noemi, la acaricio el rostro, en verdad el sabía que no debía de pagar tanto con ella las cosas que sucedían en su familia, sabía que a veces ella se merecía un trato mejor. La beso en los labios intensamente, como si la necesitará pero algo impidiese decírselo- Te quiero- Y con esas dos palabras se marcha Alex de la casa de Noemi. Volviendo a dejar el corazón de Noe en un fase de desmesurado amor hacia el, incluso mas del que el se merecía.

- Es muy guapa la chica- Le dijo su padre mientras esperaban el ascensor.

- Lo se- Contesto Alex de forma obvia.

- ¿Y entonces por que te vas con otras?- Pregunto Miguel. Alex se sorprendió al principio de aquella pregunta, pero después se acordó del detective y entendió por que el sabía todo.

- Miguel- Si, llamarle papa era algo demasiado extraño para el- no te creas que por venir aquí y darme un poco de atención voy a contarte cada una de las razones de mis echos, por que si piensas así, quiero que sepas, que no lo haré- Y así entraron los dos al ascensor, medio peleándose por ser el primero. En verdad, tanto el hijo como el padre eran unos críos.

El camino a la empresa transcurrió de forma silenciosa, ni uno de los dos quería ser el primero en hablar. Cuando por fin llegaron, Miguel le explico a Alex que había pagado la multa por aquel descuido de su comportamiento, pero también le advirtió que esto iba ha ser mas duro que limpiar unos simples graffitis. Por primera vez Alex sentía que su padre era normal, que estaba empezando a quererle.

- Bueno como es tu primer día, haz amigos, descubre la empresa, ya sabes, juega a los exploradores. Yo tengo mucho trabajo acumulado- Dijo mientras se daba la vuelta, pero algo le hizo pararse volver donde había dejado a su hijo y sonriendo le dijo- Adiós- y paso la mano por el pelo rebelde y castaño de Alex.

Alex se sentó en una silla, no tenía ganas de hacer nada y tampoco de conocer a nadie, sólo quería que fuese la noche y volver a ir al pub del día anterior y conquistar a esa guapa camarera, pero después de un tiempo le entro el hambre, a si que ando hacia el comedor cogió una manzana y comenzó ha darle unos bocados grandes, asta que una pregunta le traspaso por la mente- ¿Donde esta mi despacho?-

Sin pensarlo fue hacia el ascensor, marco la planta en la que se encontraba el propietario de esta empresa, su padre, y después se dispuso ha abrir la puerta corredera asta que una dulce voz se abrió paso detrás de el.

- No espere, tiene que pedir cita antes- Dijo aquella dulce voz mientras sujetaba el brazo de Alex.